sábado, 4 de octubre de 2008

La aventura de ser maestro. ¿Dar respuestas o crear preguntas?


Sigo con la ponencia del Profesor José M. Esteve. Como expliqué en otra entrada, hay que dosificarla. Esta cápsula es ... definitiva para discernir el objetivo del docente. Tal vez el no docente, con la lectura de este párrafo, podrá entender el porqué de un mes de trabajo sin alumnos seguido de un mes de vacaciones. Es grande ser maestro ... en la misma medida que su labor.


El profesor debe tener conocimientos, saber transmitir conocimientos, amoldar esos conocimientos al aula y saber inducir al alumno a crear la inquietud para que sienta la necesidad de comprender esos conocimientos. Y, eso cae por su propio peso, el profesor debe tener inquietudes para poder transmitirlas y las inquietudes se sacian investigando muchas horas sobre su propia tarea. Compleja tarea, valga la redundancia...


"Hace tiempo, descubrí que el objetivo es ser maestro de humanidad. Lo único que verdaderamente importa es ayudarles a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea.


Para ello, no hay otro camino que rescatar, en cada una de nuestras lecciones, el valor humano del conocimiento.

*Alguien, alguna vez, elaboró los conocimientos del tema que explicas, como respuesta a una preocupación vital.

*Alguien, sumido en la duda, inquieto por una nueva pregunta, elaboró los conocimientos de un tema que mañana te toca explicar.

Y ahora, para hacer que tus alumnos aprendan la respuesta, no tienes otro camino que rescatar la pregunta original.


No tiene sentido dar respuestas a quienes no se han planteado la pregunta; por eso, la tarea básica del maestro es recuperar las preguntas, las inquietudes, el proceso de búsqueda de los hombres y mujeres que elaboraron los conocimientos que ahora aparecen en nuestros libros.


La primera tarea es crear inquietud, descubrir el valor de lo que vamos a aprender, recrear el estado de curiosidad en el que se elaboraron las respuestas.


Para ello hay que abandonar las profesionesde fe en las respuestas ordenadas de los libros, hay que volver las miradas de nuestros alumnos hacia el mundo que nos rodea y rescatar las preguntas originales obligándoles a pensar.


Cada día, antes de explicar un tema, necesito preguntarme qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos para hablar de esos contenidos, qué les voy a aportar, qué espero conseguir. Y luego cómo enganchar lo que ellos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que voy a introducir".

12 comentarios:

sunsi dijo...

Primer comentario...
Lo estoy viviendo de cerca y me gustaría compartirlo con los docentes que se pasan por el blog. Conozco a una chica que comenzó el bachillerato hace poco. "Me encantan estas dos asignaturas".

La primera cada vez le gusta más; la segunda, que parecía apuntar su futura carrera, cada vez le gusta menos.

Después de darme las explicaciones pertinentes, concluyo. La primera asignatura se desarrolla en un grupo-clase en el que la profesora lleva el mando. Cada punto llega precedido de una demostración que les proporciona herramientas para que sean capaces de de demostrar las fórmulas por sí mismos en un futuro. Más sencillo es dar una fórmula y punto. Pero la demostración es ese interrogante que se va desgranando hasta llegar a la solución final.

Como quiero ser positiva sólo apunto que la asignatura 2 es el exacto reverso de la moneda.

En la vida del estudiante hay factores clave: el interés de los alunnos, el esfuerzo... y la capacidad del profsor para inocular el gusanillo y despertar la curiosidad... las ganas de saber más. Y las ganas de saber más mantiene vivo el interés y apuntala el esfuerzo.

En mi humilde opinión, como se suele decir.

Anónimo dijo...

mmm despertar la curiosidad...tuve una profe de química orgánica que un día lo intentó pintando en la pizarra una parte de la síntesis de la cocaína...

PD E.J. anímate y cuéntanos algo de tus clases de los jueves!!!

sunsi dijo...

Fina ironía la tuya, Tarraco. ¿Qué pasó? ¿Acabasteis todos esnifando? ¿O se os pasaron las ganas para siempre?

E.J.Ya has leído la postdata de Tarraco. Las clases de los jueves...¿tienen algo de especial? ¿Por qué no lo cuentas? Y de paso...Sospecho que conoces la identidad de Tarraco. Y yo con la mosca detrás de la oreja.
Un saludo desde Tarraco

Anónimo dijo...

Hola, la entrada es genial, pero puede que un poco utópica. Lo primero que me sugiere -lo hace la palabra inquietud- es que parece que hemos de conseguir que todos nuestros alumnos se conviertan de repente en pequeños filósofos que se admiran de todo lo que les rodea y buscan respuestas. Y lo segundo que me sugiere, después de pensarlo más detenidamentes, es que se trata precisamente de eso, de hacerlos pensar, ayudarles a que lleguen por sí mismos a dar con las respuestas. Lo peor y lo más fácil, aunque a veces necesario, es soltar un rollo y ya está.

Otra cuestión es plantear si de verdad con los alumnos que tenemos ahora en los institutos, se puede llevar a cabo un tipo de enseñanza como el que se propone, pues más parece que los profesores estamos de policía. En bachillerato es más fácil, pues todos quieren estudiar y aprobar la selectividad. Pero lo más sorprendente, es que llegas a la universidad, donde se supone que vas a reflexionar profundamente y encontrar los grandes porqués a las cuestiones que suscita la mataria que estudias, y resulta que es al revés, como decía Carmina, te largan un rollo y te lo tienes que creer y ojo cómo discrepas del profe, a ver quién se atreve. Parece que quieran adoctrinarte en algo y que todos acabemos pensando igual. Precisamente aquéllos que han sido capaces de pensar y reflexionar en el colegio y en casa, con espírtu crítico ante la vida, son capaces depués de levantarse en clase y decirle al profesor que se discrepa de lo que plantea y por qué.

En fin, pienso que lo mejor es enseñarles a pensar y encontrar respuestas, pero lo más fácil y lo que se lleva es soltar el rollo y ya está... y suerte tendrás si lo acabas.

sunsi dijo...

Buf, soyprofe, qué comentario más amplio. Tocas todas las teclas. Intentaré ir por partes contrastando lo que expones. "Pequeños filósofos". ¿Por qué no? Algo d eso habría que conseguir. Si por filódofo se entiende aquél que se cuestiona dónde lleva lo que está estudiando, a qué preguntas responde...creo que sí. O,por lo menos, dar la posibilidad de que así sea a unos cuantos que no se lo habrían planteado nunca.
En todas las alulas hay algún alumno más predispuesto a hacerse preguntas. Estos alumnos, aunque sean sólo dos o tres, tienen derecho a contar con un buen maestro que les despierte ese giusanillo. Tienen derecho a que no todos los profes sean "al uso" y, como decimos en catalán" "vagin per feina".

Todo lo que dices después es como aterrizar después de haber volado alto, muy alto. Es la realidad pura y dura. Con septiembre, sin promoción automática, tal vez se conseguría crear un panorama distinto. Mientras desde el gobierno se siga fomentando la mediocridad, el buen profesor es como Don Quijote luchando solo contra molinos de viento.

Intuyo que tú eres uno de esos.
Muchas gracias por tus comentarios.
Saludos desde Tarraco.

pdta. Una pregunta: ¿Eres profe de universidad o de secundaria?

sunsi dijo...

He releído el comentario. Perdón por los errores tipográficos. Es lo que tiene el directo.

Anónimo dijo...

Creía que utopía era algo totalmente inalcanzable… Lo que propone Sunsi no lo es. Es poco corriente, eso sí; pero no imposible. En la universidad tengo (y he tenido) todo tipo de profes; muchos de esos que: llegan, encienden el ordenador, encienden el proyector, abren sus diapositivas, sueltan su rollo de cara a la pantalla del proyector (de manera que pueda escucharlos la pizarra), y… los mismos pasos en orden inverso.

Por suerte, tengo también profes a los que les interesa hacernos pensar. Esos llegan, encienden el ordenador, se olvidan de encender el proyector y nos preguntan: ¿qué sabéis de este tema?, o ¿por qué creéis que esto es así? Preguntas, respuestas… La mayoría de las veces el que contesta da una respuesta errónea, pero no importa, es un paso más para lograr la solución. A partir de su respuesta otra pregunta, y así hasta llegar a la correcta. Entonces el profesor recuerda que no ha encendido el proyector, lo enciende y demuestra lo que, a partir de un razonamiento, acabamos de desvelar.

La diferencia principal entre los dos, en palabras de Sunsi: “la capacidad del profesor para inocular el gusanillo y despertar la curiosidad… las ganas de saber más”. La particularidad de mis clases de los jueves es la maestría del profesor para conseguirlo. Hablamos de transferencia de energía: nos explica porqué un microondas calienta; de las propiedades de los materiales: nos explica porqué usamos toallas de algodón para secarnos y no de lana… No son grandes cuestiones filosóficas; al contrario: simplezas de la vida. Cosas que estamos tan acostumbrados a ver que ya ni nos planteamos.

Quizá sí, como dice soyprofe, es mucho más fácil ir directamente a la respuesta, darla en bandeja. Pero existe el peligro de que ocurra lo que predice José M. Esteve: que el que escucha la respuesta haya olvidado cuál era la pregunta.

Al fin y al cabo, ¿no se define a la persona como “ser racional” a diferencia del resto de animales? Quizá deberíamos preocuparnos más por hacer más patentes nuestras diferencias.

PD: Saludos a Tarraco (de quien yo también desconocía la identidad hasta leer su comentario de hoy, por cierto).

sunsi dijo...

Sí, señor. ¿O debería decir señora?
Nada que añadir. ¿Por qué no te dedicas a ratillos a estos menesteres de la escritura que hace que la gente se pique un poco y se rasque?
Fantástico comentario con una argumentación impecable. Dirás¿Y quién es ésta para decirlo? Pues una romántica empedernida que aún cree que hay profes como el del artículo y alumnos como tú.

Abrazos desde Tarraco y saludos a Tarraco.

Anónimo dijo...

Buen profesor el de e.j, de eso va la universidad, de saber los porqués y para averiguarlos hacer pensar al alumno.

Oye Sunsi, eso que dices que desde el gobierno se sigue fomentando la mediocridad, estoy de acuerdo contigo. Pienso que lo hacen a propósito porque no interesa la gente que piensa porque el que piensa tiene ideas propias... y ése es peligroso. Cuando estudié filosofía -porque en mi época se estudiaba de la de verdad-, si no me equivoco, Sócrates era un sujeto que pensaba y paraba a la gente en la plaza y le preguntaba cosas, haciéndolas pensar. Ese fue su delito, precisamente por eso lo mataron. Insisto, gente que piense por sí misma no interesa. Los romanos también siguieron esta tónica e inventaron lo de pan y circo ¿Te suena?.

Pdta. ¿Y por qué excluyes a la primaria y a los módulos?.

Anónimo dijo...

Tengo un profesor. Tengo un profesor que llega a clase y enciende el proyector y no da la clase con él. Lo que hace es increptar a los alumnos.
Tengo un profesor que tiene ideas propias. Pero no sólo es eso el profesor. Éste, además, llega a clase, hace pensar a sus alumnos, y da su opinión.
Tengo un profesor que da su opinión. Pero este profesor, además de dar su opinión, pretende que todos estemos de acuerdo con la suya.
El segundo día de clase repliqué. Él cambió las palabras que había dicho, pero tenían el mismo significado que las primeras que pronunció. Dio por supuesto que yo era tonta. El tercer día de clase me opuse a su opinión. Razoné en voz alta y él hizo caso omiso. El cuarto día levanté educadamente mi mano y cuando intenté hablar me cortó y pasó al siguiente tema.
Lo peor de este profesor es que lo que dice lo dice cómo si fueran palabras sagradas. La mayoría de gente de la clase piensa que realmente les está diciendo la verdad, y no es cierto. Éso es lo peor. Este profesor que tengo nos enseña a dar nuestra opinión. Él es escritor.

Tengo un profesor. Tengo un profesor que llega a clase y enciende el proyector y no da la clase con él. Lo que hace es increptar a los alumnos.
Tengo un profesor, un profesor que tiene ideas propias. Un Profesor que da su opinión y hace pensar a sus alumnos. Uno que escucha. Éste pocas veces se equivoca y lo mejor es que deja que nosotros nos equivoquemos. Nos corrige y lo razona. Es profesor de filosofía.

sunsi dijo...

Hay un libro que se titula "Las muejeres, que leen, son peligrosas". Hacemos un apaño y podríamos decir que los hombres y las mujeres que piensan son peligrosos. Desde siempre, desde Sócrates como has puntualizado. Qué claro lo tienen los que nos mandan. La Educación para la Ciudadanía es un ejemplo. Inyectemos a los jóvenes lo que nosotros queremos, anulemos su capacidad crítica y lo demás sale solo. Si le añadimos el pan y circo para llenar la cabeza de temas insustanciales...Pues ya está. De todas formas se han olvidado de que no somos robots, se han olvidado de que mientras haya un hombre libre en la tierra la batalla no está perdida.

Es cierto... no sé por qué te encuadro en secundaria o en la universidad. Tal vez porque hablas de chicos y chicas en lugar de niños y niñas.

Saludos desde tTarraco y gracias por tus acertados comentarios.

sunsi dijo...

Carmina. Muy bueno el paralelismo. Aparentemente todo igual hasta que llega el momento de dejar paso a las opiniones de los demás. Escritor/Filósofo Dogmatismo/Razonamiento

Hay gente que presume de "talante" y te deja opinar. Pero la última palabra es la suya y se terminó el debate. Se cierra la puerta.

Hay gente que no alardea de nada y enseña sus herramientas con generosidad. Las herramientas que servirán para que el alumno opine con argumentaciones correctas y no caiga en el sofismo o en la demagogia.

¿Cuántos años llevas en la Facultad de Humanidades?:)))

Un beso