viernes, 31 de octubre de 2008

"Amor al riesgo"


Buscaba una respuesta a una pregunta de un estudiante preocupado, que aún deshoja la margarita. Y se ha quedado con la margarita en las manos, sin ninguna hoja y con el interrogante intacto.

Buscaba una respuesta sólida y alejada de la compraventa de lo que vale lo que vale porque pesa. Y pesa porque sólo hay una balanza.

Buscaba algún argumento que no tenga que ser contrastado con argumentos de otros, extraños a uno mismo.

Buscaba un planteamiento que diera calor aunque no brille.


He encontrado unas pinceladas del pintor Joan Miró. ¿Te sirve para componer tú mismo el argumento de tu vida?






"Ir de mejoramiento en mejoramiento, en el sentido externo de la palabra, es ir hacia una pura decadencia. Por donde hay que ir perfeccionándose es por dentro, a pesar de que ello comporte, como sucede con frecuencia, un fracaso exterior.




Considero que para hacer algo en el mundo se ha de sentir amor al riesgo y a la aventura y, sobre todo, saber prescindir de eso que el pueblo y las familias burguesas llaman "porvenir".




(...) El hombre siempre irá abriendo nuevas puertas; lo importante es saber a dónde conducen esas puertas. Y luego tener la fuerza para emprender el camino que se vea desde ellas"



Sencillez (Joan Miró)


¿Demasiado descabellado?

miércoles, 29 de octubre de 2008

Recuerdos

Igual no pega demasiado en este blog. Pero he sabido hace poco que Joan Baptista Humet está enfermo. Hoy pensaba que podría colgar una canción que me acompañó durante un tiempo, una canción de cantautor. Los gustos han cambiado, también el estilo de melodías . En cambio, las letras escritas para decir algo tienen una permanencia que te evoca algún que otro avatar de la vida, un amor, un paseo menos cotidiano... Yo aún me estaba haciendo ..."que aún no soy yo". Siempre nos estamos haciendo. Va por ti y por una época que ya pasó.


martes, 28 de octubre de 2008

Encontrar nuestro Unamuno particular. Una aportación de jaimita.


Cuando hay un comentario redondo hay que reconvertirlo en post. Esta comentarista , a mi juicio, coloca el dardo en la diana. Muchas gracias, jaimita.



"Nuestro país es inculto y, además, piensa que la reflexión intelectual, el pensamiento crítico, en suma, todo aquello que es el resultado de la FORMACION y de la CULTURA, es sospechoso.


Además, nuestro sistema educativo se orienta hacia la cantidad, no hacia la calidad. Se priman los resultados, la estadística, no el contenido.


Por otra parte, el aprendizaje requiere esfuerzo, disciplina, tenacidad. Ninguno de ellos son valores que el conjunto de nuestra sociedad perciba como positivos, antes bien, la idea es que propenden a perpetuar un modelo ideológico obsoleto y reprobable.


Es, pues, difícil que los jóvenes perciban el aprendizaje, la adquisición de saber, como la herramienta que les puede convertir en mejores personas.


En ocasiones, surgen genios docentes; excelentes profesores que ejercen su labor inasequibles al desaliento.


En ocasiones, surgen alumnos que son capaces de trascender a la monotonía del aprendizaje y descubren todo un mundo que amplía sus froteras, que les hace in- terrogarse sobre sí mismos y, por tanto, sobre los cómos, los porqués, los cuándos.


En ocasiones, se alinean los astros y los planetas y surge un milagro: el colegio, la universidad, adquieren valor intrínseco, nos permiten APRENDER A FORMARNOS, A QUERER MAS, A SER MAS.


Y conste que no creo que la obtención de un título sea garantía de formación; también hay analfabetos funcionales en las aulas universitarias.


Pero sí creo que es necesaria la curiosidad y la disciplina, encontrar a nuestro Unamuno particular.


Y sobre todo, nunca, jamás, caer en la cursilería de la autocomplacencia."

lunes, 27 de octubre de 2008

La aventura de ser maestro. La más arriesgada...¿utópica?

Tanto que resulta inaccesible.
Por lo menos en los tiempos que corren porque hay que correr.
Correr, que se escapa el tren de lo curricular y aún así se escapa siempre.
Y de curricular en curricular, de curso en curso, se nos olvidó pensar y sentir que se piensa y pensar que estamos sintiendo y ponernos las botas absorbiendo lo que entra por los poros y filtrándolo hasta que llegue y nutra nuestras neuronas.
No hay tiempo.
Sólo hacemos eso: correr
"El camino y la meta me los marcó Unamuno en una necrológica de Giner de los Ríos, leída por azar en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: "Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aún, conocimiento... y es que no escribía lo ya pasado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir".
Era su vida pensar y sentir ya hacer pensar y sentir...".
Miguel de Unamuno y su preocupación por enlazar pensamiento y sentimiento... Nunca encontré una mejor definición del magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas.
Muchos colegas coinciden en este punto. Mª Carmen Díez, desde la escuela primaria, expresa así su visión actual de la enseñanza: "ahora entiendo la escuela como un sitio adonde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte al oído algún secretomagnífico.
Fernando Corbalán, un profesor de secundaria, tras hablarnos de que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y propiciar una atmósfera de investigación concluye:
(cómo me gusta esta reflexión...) "Y no se piense que sólo se abre la mente a los alumnos. También el profesor se expande y se llena de nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora en los dos sentidos."
(Profesor Dr. José M. Esteve)
Profesor. STOP. Urgente entrevista con usted. STOP. Necesito volver a creérmelo. STOP.

sábado, 25 de octubre de 2008

Lección de gramática. Dedicado a los filólogos que pasan por aquí.


Le sugiero al lector que entre en cualquier librería . Una vez allí, busque un cartel o similar que ponga: libros de AUTOAYUDA. Es de vértigo. Se escriben como churros. Los hay para todos los gustos. Los títulos son tan atractivos que uno tiene la tentación de dejarse el sueldo. Eso sí, cuando se trata de calidad, la cosa cambia.

Hace un tiempo me prestaron Los siete hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey (gracias Mireia). Pensé que sería incapaz de “engullirlo”... y me equivoqué. ¡Un libro fantástico! Anoté algunas citas que repaso muchas veces. Transcribo una de ellas:

“- A mi esposa y a mí ya no nos unen los antiguos sentimientos.
Supongo que ya no la amo y que ella no me ama a mí. ¿Qué puedo
hacer?.
-¿Ya no sienten nada el uno por el otro?- pregunté.
-Así es. Y tenemos tres hijos que realmente nos preocupan. ¿Usted qué sugiere?.
-Ámela.
-No me entiende. El amor ha desaparecido.
-Entonces ámela. Si el sentimiento ha desaparecido, ésa es una buena razón para amarla.
-Pero, ¿cómo amar cuando uno no ama?.
-Amar, querido amigo, es un verbo. El amor –el sentimiento- es el fruto de amar, el verbo. De modo que ámela. Sírvala. Sacrifíquese por ella. Escúchela. Comparta sus sentimientos. Apréciela. Apóyela. ¿Está dispuesto a hacerlo?.”

Y ahora nos vamos al diccionario y buscamos el significado de VERBO. María Moliner lo define como “Palabra con que se expresan acciones y estados de los seres , y los sucesos.” .


“Amar, querido amigo, es un verbo”. Es un verbo que engloba acciones amatorias; no es estático. Su dinamismo radica en “hacer” con otros verbos:

aceptar al otro tal como es;

escuchar al otro aunque sepamos de antemano lo que nos va a contar;

comprender el cansancio del otro a pesar de estar también cansados;

sorprender al otro con lo que menos se espera;

empatizar...que no figura en el diccionario pero podría significar “ponerse en el lugar del otro”...


El verbo amar lo comparo a aquél que pretende hacer un hoyo. Nunca obtendrá el objetivo que persigue si no cava; y cuanto más cava, más profundo es el hoyo.


El hoyo, por tanto, es el fruto que se obtiene tras horas de esfuerzo con el pico y la pala. Si no cavas, no hay hoyo. Si no amas, no hay amor. Pero si creemos que el amor se está muriendo, volviendo a amar podemos curarlo, reanimarlo y recuperarlo.

Seguro que los sufridos profesores de lengua se sonreirán recordando la clásica pregunta del alumno de secundaria cuando explican morfo-sintaxis. “Profe: ¿y esto para qué sirve?” . Pues hoy nos ha servido para distinguir la acción del sentimiento; el verbo amar del sustantivo amor.

miércoles, 22 de octubre de 2008

"La aventura de ser maestro": la cuadratura del círculo.


Sigo, que lo prometido es deuda ... siempre.


"Un viejo maestro me decía que, enseñar al que no sabe está catalogado, oficialmente, entre las obras de misericordia; y, en efecto, hace falta un cierto sentido de la humildad para aceptar que tu trabajo consiste


-en estar a su servicio,


-en responder a sus preguntas sin humillarlos,


-en esperar algunas horas en tu despacho por si alguno quiere una explicación extra,


-en buscar materiales que les hagan asequible lo esencial,


-y en recuperar lagunas de los años anteriores para permitirles acceder a los nuevos conocimientos.


Lo único verdaderamente importante son los alumnos...


Esa enorme empresa que es la enseñanza no tiene como fin nuestro lucimiento personal, nosotros estamos allí


-para transmitir la ciencia y la cultura a las nuevas generaciones,


-para transmitir los valores y las certezas que la humanidad ha ido recopilando con elpaso del tiempo


-y advertir a las nuevas generaciones del alcance de nuestros grandes fracasos colectivos.


Esa es la tarea con la que hemos de llegar a identificarnos"


No puedo ni quiero seguir. Es tan importante lo que se recoge en este párrafo, es tan urgente que llegue como una perla acabada de extraer de su cobijo... Es tanto lo que se dice, que creo que resume a la perfección el papel del enseñante, incluso descendiendo a detalles que dan en la diana de lo que significa el servicio en esta profesión.


Si fuera una agitadora de masas, fotocopiaría el texto, haría miles y miles de octavillas, alquilaría un helicóptero y las esparcería`por todo el Planeta tierra.


Si fuera gaviota, haría un lazo, ampliaría el tamaño de la letra del texto y lo ataría en una de mis alas . Y gastaría todas las energías de ave en cruzar fronteras para que nadie pudiera decir que nunca lo leyó.


Pero no soy ave ni una agitadora de masas ni puedo permitirme alquilar un helicóptero. Sólo soy una mujer que cree a pies juntillas lo que ha escrito el Profesor Esteve. Una mujer que lo ha puesto en práctica (la humildad es la verdad). No me puedo poner de ejemplo de casi nada. Excepto alguna cosilla que me atrevo a escribir en este blog porque hoy necesito gritarlo: he querido a rabiar a mis alumnos. Y ellos lo saben porque se lo he hecho saber. De casi todo lo demás, me podéis poner un cero.


Y sí, me he emocionado al transcribir este escrito. Se me han agolpado en mi memoria muchas vivencias. Mis alumnos han sido muchas veces la contratuerca para poder luchar para ser mejor persona.




martes, 21 de octubre de 2008

"La aventura de ser maestro" El novato de secundaria.

Sigo con el Profesor José M. Esteve. Aquí me siento mucho más identificada. El novato de la ESO... y de Bachillerato.



"Entre los profesores de secundaria, el problema de la identidad profesional es mucho más grave. Como señala Fernando Corbalán : "la inmensa mayoría de los profesores de secundaria nunca tuvimos una vocación clara de enseñantes... Estudiamos una carrera para otra cosa (matemático profesional, químico, físico...)".


En efecto, nuestros profesores de secundaria se forman en unas Facultades universitarias de Ciencias y Letras que, ni por asomo, pretenden formar profesores. En ellas predomina el modelo del investigador especialista.


Como resultado de este modelo, el profesor que llega al Instituto para explicar Geografía e Historia, y, con un poco de mala suerte un curso suelto de Ética, se identifica a sí mismo como "medievalista", ya que, durante los últimos cinco años de su vida, la Universidad le ha insistido en la necesidad de estudiar Paleografía, Epigrafía y Numismática, Latín y Árabe para acceder a los documentos medievales (...)


Al parecer, nadie se ha puesto a pensar en el problema de identidad que sobreviene a nuestro medievalista cuando se enfrenta a una clase bulliciosa de treinta adolescentes en una zona rural o en un barrio conflictivo. El sentimiento de error y de conmiseración se apodera de nuestro nuevo profesor.


Él es un investigador, un medievalista (...) ¿por qué le obligan ahora a enseñar Historia General, que no es lo suyo, y, de paso Geografía y Ética?.Y, además, descubre horrorizado que los alumnos no tienen el menor interés por la Historia, y que temas clave de su especialidad -como elapasinante tema de su tesina- se despachan con dos párrafos en el libro de texto.
Para colmo, nuestro futuroprofesor de secundaria no sabe cómo organizar una clase, cómo lograr un mínimo orden que permita el trabajo y cómo ganarse la atención de los alumnos.
¡Qué duro resulta comprender esto a la mayor parte de nuestros profesoresde secundaria y de universidad!.
(...)
Por contra, algunos profesores consiguen estar a gusto en su trabajo, y descubren que esto pasa , necesariamente, por una actitud de servicio hacia los alumnos, por el reconocimiento de la ignorancia como el estado inicial previsible, por aceptar que la primera tarea es encender el deseo de saber, por aceptar que el trabajo consiste en reconvertir lo que sabes para hacerlo accesible a un grupo de adolescentes"
(Me quedo a medias. José M. Esteve da más pistas. En el siguiente post...)

viernes, 17 de octubre de 2008

Una asignatura olvidada.



“No sé cómo aprenderme esto”. “¿Qué diferencia hay entre moverse y desplazarse?”. El interrogatorio del niño, cansado de intentar comprender a través de un texto, terminó en la calle. “Ponte una chaqueta...Vamos a dar una vuelta.” Y salimos de casa. Rondaría el mes de abril. Los vecinos sacaban a pasear al perro. Lluna parecía galopar cada vez que su dueño le lanzaba lejos una pelotita de goma. “Cómo corre Lluna. Mira... ¡ahora se ha escondido detrás de esa planta!”. El matorral había crecido y estaba sacando hojas nuevas. Lluna giraba a su alrededor para rescatar la pelota que había caído justo en el centro del arbusto. La lección de Ciencias Naturales la terminamos apoyados en un muro mientras observábamos un hecho cotidiano. “¡Claro! El perro y la planta son seres vivos. Los animales se desplazan y las plantas no. Pero las plantas también se mueven porque crecen aunque no pueden corretear como Lluna.” ¿Y esta piedra?. “¡No!, esta piedra no está viva; sólo se mueve si algo la mueve”. Nuestra retina observaba sin obstáculos lo que una hora antes la mente hubiera tenido que reproducir en imágenes cerebrales, pasando por el filtro de la letra impresa.



Me viene a la memoria aquel programa de televisión, Todo está en los libros. ¿Todo?. Ahí caben muchos matices, fundamentalmente en los libros escolares. Los libros de texto pretenden transcribir cómo se entiende nuestro entorno con la máxima fidelidad posible. Sus autores realizan un gran esfuerzo para que su contenido pueda ser leído, comprendido y aprendido. Hace tiempo que los textos han dejado de ser un punto de referencia para convertirse en material imprescindible. Y se suman nuevas materias. Luego... más libros de texto que deben ser leídos, comprendidos y aprendidos. Los de-be-res se alargan y se ensanchan. Hay que dedicar más tiempo. Pero las horas siguen teniendo sesenta minutos y la noche llega de sopetón; el día no da para más. No da para pasear, ni leer un cuento, ni asomarse a la ventana mientras el sol se esconde despacio hasta diluirse. Los adultos nos hemos acostumbrado a que se nos coma la vida y posiblemente no caemos en la cuenta de que nuestros escolares corren pero no dan saltos de calidad. No pueden porque no hay tiempo para abonar la tierra más fértil –la infancia- y germine la semilla de la curiosidad. Wllslawa Szymborska –premio nobel polaca- la describe como un sentimiento con ojos alargados, una tensión de la atención tendida hacia lo ajeno. La curiosidad nace de ver, de observar y es el caldo de cultivo del asombro. Para asombrarnos ante lo que nos rodea hay que abrir los ojos sin cristales que empañen su belleza. Pero nuestro sistema académico está concebido como una página que se va llenando de conceptos que se instalan en el hemisferio izquierdo. En rellenar esta hoja hasta el final y demostrar que la hemos escrito correctamente ocupamos gran parte de nuestra vida. No da tiempo a buscar y encontrar tiempo para contemplar y nutrir el hemisferio derecho, el intuitivo, el que piensa con imágenes y sentimientos. Se relega a no sé qué plano las habilidades propias de este hemisferio, denominado también holístico: relaciones espaciales, formas y pautas, el canto y la música, la sensibilidad al color, la expresión artística, la creatividad, la visualización, las emociones.



Lo leí en un artículo de José Julio Perlado. "Aprendo a ver", confesaba Rilke caminando por las calles de París. "No sé por qué todo penetra en mí más profundamente y no permanece donde, hasta ahora, todo terminaba siempre. Tengo un interior que ignoraba. Así es desde ahora. (...) Aprendo a ver -repetía-. Sí, comienzo". “ Y si Cézanne es Cézanne -decía Picasso- es porque cuando está frente a un árbol mira atentamente lo que tiene ante sus ojos”. Y “Monet -dirá Cézanne- sólo es un ojo, pero ¡qué ojo!".
Tal vez sea una quimera pretender –a mí no me lo parece- que se incluya en los planes de estudio estimular la curiosidad y el asombro. Sólo se requiere ojos para ver –o manos para palpar-, silencio para absorber, un entorno que contemplar ... y tiempo. Por un precio de risa se puede fomentar un aprendizaje que no tiene precio: el enriquecimiento emocional, sensitivo e intuitivo de los más pequeños. Sería una lástima tener que cruzar los brazos y pronunciar LA FRASE: “Es lo que hay”.

miércoles, 15 de octubre de 2008

De Gregorio Marañón.


Alucinada... me he quedado alucinada leyendo "La Rebeldía" del autor citado, publicado en "El silencio creador" de Federico Delclaux.

Para docentes y no docentes, ahí van las afirmaciones del Doctor.


"Y ahora nos toca comentar la juventud y su deber fundamental: que es la rebeldía. A muchos sorprenderá -tal vez escandalizará a algunos- que consideremos la rebeldía como un deber. (...)


Cuando un ser humano marcha por la vida sin obstáculos, ya decía Santo Tomás que es necio llamarle virtuoso, por bueno que sea. Mientras no surge la piedra que cierra nuestro camino, el espíritu satánico, que todos llevamos dormido en el alma, prefiere no despertar, porque, como gran capitán que es, sólo gusta de entablar sus batallas en las condiciones más favorables.


Sólo entonces, en el trance difícil, es una virtud el ser rectamente hombre, por encima de todas las sugestiones que nos invitan a claudicar.


Y el modo más humano de la virtud juvenil es la generosa inadaptación a todo lo imperfecto de la vida -que es casi la vida entera- ; esto es, la rebeldía.


(...)


Rebelde se llama también al indócil, duro, fuerte y tenaz. Pues bien: yo agrego ahora que, en efecto, el joven debe ser indócil, duro, fuerte y tenaz.


¡Gran locura la de los que no lo comprenden así! El hombre ha nacido para ser un miebro de la sociedad y contribuir -cada cual dentro de su categoría- a la marcha unánime del organismo clectivo. Mas para ser la pieza justa del engranaje es preciso que la pieza sea forjada de antemano y que no sea utilizada mientras no adquiera la forma y el tamaño justos y el temple suficiente. Y este temple, que hará perfecto y durable el rendimiento gregario del hombre maduro, es la personalidad.


Parece paradoja, pero es lo cierto que cada ser humano será tanto más útil a la sociedad de que forma parte cuanto más fuerte sea su personalidad y, por tanto, su incapacidad primaria de adaptación.


Ahora bien: la juventud es la época en que la personalidad se construye sobre moldes inmutables. Y, además, la única ocasión en que esto puede realizarse. Toda la vida seremos lo que seamos capaces de ser desde jóvenes."


¿Demasiado dogmático? ¿No puede contemplarse una segunda juventud como una segunda oportunidad para forjarse? O a la inversa ¿es la rebeldía patrimonio exclusivo de los jóvenes? El debate está servido en bandeja. Llega de la mano de Don Gregorio Marañón.

martes, 14 de octubre de 2008

El 80 de Gracián.



Cautela al informarse.


"Se vive más de oídas que de lo que vemos. Vivimos de la fe ajena. El oído es la segunda puerta de la verdad y la principal de la mentira.


De ordinario la verdad se ve y excepcionalmente se oye. Raras veces llega en su puro elemento y menos cuando viene de lejos; siempre trae algo de mezcla de los ánimos por donde han pasado. La pasión tiñe de sus colores todo lo que toca, en contra o a favor. Se inclina siempre a impresionar: hay que tener cuidado con el que alaba, mayor con el que critica.


Es necesrio mucha atención en este punto para descubrir la intención del intermediario, conociendo de antemano de qué pie cojea. La cautela debe ser contrapeso de lo falto y de lo falso"


Interesantísima esta perla de Gracián. Muy recomendable para ilustrar el tema de la comunicación.

emisor->mensaje->receptor.

Faltan aún muchos elementos para completar el esquema básico de la comunicación humana. No hemos dicho si el mensaje es oral o escrito. Si es oral contamos con un porcentaje muy alto de éxito, teniendo en cuenta que transmitimos también con los gestos , la mirada... un 70% del total; el resto se consigue, obviamente, si compartimos el mismo idioma- el código-; si en el canal por el que discurre el mensaje no hay ruido que entorpezca la nitidez del contenido que se transmite... Con estas condiciones está prácticamente asegurada una comunicación de sobresaliente. El contexto, por aquello de las ventajas del directo, se da por supuesto ...
Entonces... ¿de qué habla Gracián? ¿A qué viene tanta suspicacia?. A algo que escapa a la cuadrícula de la comunicación; a algo que pertenece a la voluntad de decir exctamente lo que se dice; a la recta intención de intentar no filtrar en el mensaje nuestros fantasmas interiores o recibirlo con filtros sucios, opacos.
La webmaster realiza aquí y ahora una declaración de intenciones. Cuando dice blanco quiere decir blanco, sólo blanco y exactamente blanco. Para ello escoje lo mejor que sabe sus palabras, las reposa en su conciencia y las plasma. Y sólo así puede dormir tranquila. Eso es todo. A buen... pocas...
A la webmaster le gustaría que quien discrepa sea honesto y lo escriba. Así, el mensaje llega al receptor y el receptor tiene la posibilidad de explicarse.
Muchas gracias.


Iniciativas.


Hablando con una experta en temas de biodiversidad he conocido la existencia de una web completísima (www. fundacion-biodiversidad.es )en la que se incluyen iniciativas y una serie de actividades que se pueden desarrollar en el aula.


Muy interesante.

Para jóvenes

Para niños

Y multimedia

domingo, 12 de octubre de 2008

Algo de Bernhard Bueb


Es el autor de "Elogio de la disciplina". Un pedagogo que reflexiona sobre esta generación de padres permisivos que está criando a una generación de hijos consentidos en Europa. Su objetivo se resume en rebatir el "yo, todo y ¡ya!" que preconizan muchos jóvenes europeos.


Aunque parezca que no va dirigido a los docentes, no es del todo cierto. Los docentes -sufridos docentes- tienen que tragar en las aulas el resultado de la educación de muchos padres que desconocen el significado de la palabra autoridad.


Me ha gustado especialmente la respuesta a un interrogante. Una buena oportunidad para que opinen los jóvenes que frecuentan este blog. Y una autocrítica para los no tan jóvenes.



"¿Cuál es la clave del éxito que garantiza, en lo posible, el futuro de los hijos?


El principal objetivo de la educación es darles seguridad en sí mismos para que puedan emprender su camino con independencia.


Eso lo conseguimos armándoles contra los riesgos del bienestar y los medios.


¿Cómo? Dándoles mucho cariño; y con tiempo, humor y disciplina.


Los niños necesitan adultos que no eludan responsabilidades y quieran ser modelos de referencia."

jueves, 9 de octubre de 2008

"La aventura de ser maestro": El profesor novato


Todos hemos sido novatos, todos sin excepción. Para todos ha habido un primer día... un primer año, con unas dificultades muy específicas de esa época.
Así lo explica el Profesor José M. Esteve, distinguiendo al novato de Primaria del novato de Secundaria.


"Entre los de primaria el peor problema es la idealización: la formación inicial que han recibido suele repetir con insistencia lo que el buen profesor "debe hacer", lo que "debe pensar" y lo que "debe evitar"; pero nadie les ha explicado, en términos prácticos, cómo actuar, cómo enfocar los temas de forma positiva y cómo eludir las dificultades más comunes. Han aprendido conenidos de enseñanza, pero no saben cómo organizar una clase, ni cómo ganarse el derecho a hacerse oír. Así se les ha repetido hasta la saciedad a importancia de la motivación para el aprendizaje significativo: "el buen profesor debe motivar a los alumnos"; pero nadie se ha preocupado de que aprendieran de forma práctica diez técnicas específicas de motivación. (...)


Por estos caminos, al llegar al trabajo práctico de la enseñanza, el profesor novato se encuentra con que tiene claro el modelo de profesor ideal, pero no sabe cómo hacerlo realidad. Tiene claro lo que debería hacer en clase, pero no sabe cómo hacerlo. "El choque con la realidad" dura dos o trs años; en ellos el profesor novato tiene que solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos. En este aprendizaje por ensayo y error, uno de los peores caminos es el de querer responder al retrato robot del "profesor ideal". (...)


¿Cómo reconocer ante otros que yo tengo problemas en la enseñanza, si el "buen profesor" no "debe" tener problemas en clase?. Como señala elartículo de Fernández Cruz, la identidad profesional se alcanza tras consolidar un repertorio pedagógico y tras un periodo de especialización, en el que el profesor novato tiene que volver a estudiar temas y estrategias de clase, ahora desde el punto de vista delprofesor práctico y no del estudiante de magisterio"


No sé si esta cápsula la leerá un profesor de las características expuestas. Ojalá. Porque es un alivio que, desde la veteranía, se reconozca que estrenarse en la enseñanza lleva implícito una serie de problemas , que hay que pasarlos y con el tiempo se superan.

sábado, 4 de octubre de 2008

La aventura de ser maestro. ¿Dar respuestas o crear preguntas?


Sigo con la ponencia del Profesor José M. Esteve. Como expliqué en otra entrada, hay que dosificarla. Esta cápsula es ... definitiva para discernir el objetivo del docente. Tal vez el no docente, con la lectura de este párrafo, podrá entender el porqué de un mes de trabajo sin alumnos seguido de un mes de vacaciones. Es grande ser maestro ... en la misma medida que su labor.


El profesor debe tener conocimientos, saber transmitir conocimientos, amoldar esos conocimientos al aula y saber inducir al alumno a crear la inquietud para que sienta la necesidad de comprender esos conocimientos. Y, eso cae por su propio peso, el profesor debe tener inquietudes para poder transmitirlas y las inquietudes se sacian investigando muchas horas sobre su propia tarea. Compleja tarea, valga la redundancia...


"Hace tiempo, descubrí que el objetivo es ser maestro de humanidad. Lo único que verdaderamente importa es ayudarles a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea.


Para ello, no hay otro camino que rescatar, en cada una de nuestras lecciones, el valor humano del conocimiento.

*Alguien, alguna vez, elaboró los conocimientos del tema que explicas, como respuesta a una preocupación vital.

*Alguien, sumido en la duda, inquieto por una nueva pregunta, elaboró los conocimientos de un tema que mañana te toca explicar.

Y ahora, para hacer que tus alumnos aprendan la respuesta, no tienes otro camino que rescatar la pregunta original.


No tiene sentido dar respuestas a quienes no se han planteado la pregunta; por eso, la tarea básica del maestro es recuperar las preguntas, las inquietudes, el proceso de búsqueda de los hombres y mujeres que elaboraron los conocimientos que ahora aparecen en nuestros libros.


La primera tarea es crear inquietud, descubrir el valor de lo que vamos a aprender, recrear el estado de curiosidad en el que se elaboraron las respuestas.


Para ello hay que abandonar las profesionesde fe en las respuestas ordenadas de los libros, hay que volver las miradas de nuestros alumnos hacia el mundo que nos rodea y rescatar las preguntas originales obligándoles a pensar.


Cada día, antes de explicar un tema, necesito preguntarme qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos para hablar de esos contenidos, qué les voy a aportar, qué espero conseguir. Y luego cómo enganchar lo que ellos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que voy a introducir".